I. ¿Por qué poesía?

Jorge Mª Ribero-Meneses

Los estadios del alma

Libros I al X –

cien sonetos de ámbar…,

cien sonetos al alba…,

cien sonetos de amparo…,

cien sonetos del alma…,

cien sonetos de amor…,

cien sonetos de mar…,

cien sonetos de umbría…,

cien sonetos de amberno…,

cien sonetos de embrujo…,

cien sonetos en el umbral.

I. ¿Por qué poesía?

Pollesía es el verdadero nombre de la Poesía, inédito hasta hoy. Aunque el hecho de que se atribuyera su invención al dios Apollos, permite deducir que fue Apollesía el genuino nombre de esta bellísima arte a la que, sin la menor vacilación alguna, sitúo junto a la Música en la cima misma de todas las Artes.

Si nos fuésemos algo más hacia atrás en la historia del nombre de la Poesía o Apollesía, nos encontraríamos con que el dios Apollos era una simple réplica patriarcal de la diosa Apallas, recordada por la Mitología con el nombre de Pallas y virtualmente asimilada a la diosa Athenea. Que, por cierto, tiene de griega lo mismo que yo y que es uno de los innumerables epíteto de la Diosa del Occidente. Es, pues, Apallazía el verdadero nombre de la Poesía, relacionado con el verbo castellano apelar y con los aplecs o encuentros organizados en Cataluña para bailar sardanas. Y antaño, sin duda, también para cantarlas o recitarlas. De Apallazía, también, y por razones obvias, el término apología. ¿Acaso no forma parte el afán por ensalzar y enaltecer de la esencia misma de la apallazía o poesía?

Esta diosa Apallazía, epónima de la Poesía, es la misma a la que también se conociera como Apallanzia o Pallanzia. Léase, la diosa hiperbórea que diera nombre a la primera Roma ibérica, denominada primero Balanzia, más tarde Balenzia y, a la postre, Pallantia. Exactamente igual que todos los lugares de la geografía española en los que perviven los nombres de Valencia y de Palencia.

Sí, el hecho de saber que la Poesía debía su nombre a la diosa Apallanzia > Apallas > Pallas, resulta revelador para comprender la razón por la que fuera Palatina el verdadero nombre, desconocido hasta hoy, de la lengua romance hablada en el Norte de España y de la que son hijas todas las lenguas que se supone nacidas de la corrupción de la lengua Latina. Lengua que, como vemos, debía su nombre a la propia lengua Palatina hablada a orillas del Cantábrico y de la que fuera hija primogénita la lengua castellana, no en vano conocida hasta el medievo como Román Paladino… Y añado como dato revelador, que los antiguos habitantes de la India, sabían que su lengua procedía de otra, mucho más antigua, a la que recordaban con el nombre de Pali

De donde palique…, palabra…, pelar la hebra o paladar, por el papel crucial que éste desempeña en la articulación y gestación de los sonidos que configuran las palabras

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